En una puesta efusiva, comprometida, intensa pero con una magistral ironía que despierta risas en los peores momentos, el poderoso texto de Patricio Elizalde cobra vida.
Zona 33 expone la situación de tres mujeres travestis en un futuro distópico de posguerra, donde las fronteras, (tal como las conocemos ahora) ya no existen y el mundo se ha dividido en zonas. Los personajes tratan de sobrevivir con sos shows, en una situación absolutamente precarizada.
En el mejor estilo del arte transformista, la comedia negra y la visibilización de las disidencias, se desenlaza una reflexión histórica, actual y que pone la atención hacia qué futuro queremos, desde lo social, ecológico y humano.
Una obra con sello local que busca entretener de una manera consciente y conseguir carcajadas y hasta admiración en cada pirueta lograda.
En un galpón abandonado, dos hermanas y una gallina, luchan por sostener un pasado artístico de gloria y salvar a su madre, mientras una tercera más joven, indocumentada y extranjera, trata de insertarse en esta zona y lucha por ser aceptada.
“Zona 33 es uno de los ejemplos perfectos sobre el teatro independiente y la capacidad de autogestión”